Cuentan hace mucho tiempo, existía una carta que había sido creada en el fuego profundo de la inmensidad del universo, se cuenta que la carta fue forjada en un pacto de amor por dos seres, donde quedó sellada por siempre con el secreto de su amor infinito. Después de haber hecho el pacto, quisieron arrojarla a la infinitud queriendo compartir su más grande tesoro a aquel que fuera capaz de descifrar lo que en su contenido poseía para recibir su dicha por siempre.
Un día, un niño mientras se recostaba en su cama, vió como las estrellas empezaban a caer ante sus ojos, era como si el universo quisiera mostrarsele en su plenitud al niño. Al ver esto, quiso por siempre grabar en su memoria lo que aquella vez había visto, entonces cerro los ojos y pensó un instante. Comenzó a pensar con qué fin el universo se había mostrado ante sus ojos, y como una voz en su interior, pensó de inmediato que la explicación era que los seres que habitaban en su mundo no conocían las bondades del amor que el mismo universo regalaba a la gente pura y de buen corazón. Sentía tantas cosas invisibles ante su mirada, que de pronto sintió su corazón palpitar fuerte y más fuerte, hasta que su corazón no dio más y se abrió. Se abrió tan transparente, tan sincero que de a poco comenzó a llenar su corazón de todas las cosas que había visto en la infinitud del universo. Entonces abrió los ojos y guiado por la voz de su corazon escribió una carta.
Cuentan que esa carta la escribió toda la noche y cuando la tuvo terminada quiso poder entregársela a la persona que de verdad robaría su corazón y le hiciera sentir que sería la persona mas importante que había en este mundo. Cuando alguien pudiera leer esta carta sabría el Niño que ella sería la persona correcta, porque sólo la carta podría abrir su corazón y llenarlo de tanto amor que no pudiera ni respirar. Se dice que la carta pasó y pasó de un lugar a otro sin poder ser leída por nadie. Hasta que un día sin pensarlo, se detuvo de su largo camino y fue leída por alguien que la carta no espero, la mujer más bella que no había conocido jamás, la persona que el universo le había confiado al niño de su encanto, de su magia, de su fuego, y supo la carta que esa persona sería entonces a la que le daría todo lo que la vida le podía ofrecer, todo lo que un Niño podría entregar. Todo lo que el amor pudiera alcanzar, sin fronteras, sin barreras, y la carta, cuentan algunos, se quedó para siempre junto a ella, pero la pequeña carta que había escrito el niño esa noche ya estaba en blanco, pues todo lo que contenía en ella se había quedado para siempre en el corazón de su amada.
dedicado a una persona especial e importante en mi vida. Angela campos z.